miércoles, 19 de diciembre de 2012

Vigilia del Fin del mundo

Foto: YunPhoto
El anciano asoma la vista por sobre el periódico, observa el reloj de pared con cierta nostalgia y sonríe, burlándose del continuo tictac. El muchacho recibe una llamada, contesta y ríe por cualquier tontería. Lanza un vistazo al reloj, escéptico, y lo olvida pronto. El niño juega, sus ojos se elevan de pronto y se mantienen pegados a los segundos, abraza sus juguetes y corre en busca de su madre. Sobre la alfombra, la mascota duerme.

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Como siempre, aquel sentido extraño que se les atribuye a los animales, ése que les dice que algo está por suceder, esa facultad nohumana será ignorada y se le dará preferencia al amarillismo televisivo, aliado eterno de la dictadura del reloj, que se mofa del mundo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Sobre los besos en la calle

Besarla. Morder sus labios, saborear amargura. Bajar por su cabello hasta su cintura, llevarla hacia ti y confiar en el azar, mas no en la fría pared que los ha acogido y hacia la que van a parar sus infidentes deseos. Confiar en el azar, mas no en la multitud que camina cerca, como si no existieran, pero ser denegado por un claxon, levantar el rostro, abandonar un instante el deseo y contemplar el azar, un bus amarillo que recorre la avenida y un niño con cabeza de caballo en su interior. Abandonar los labios porque los ojos se pegan al caballo, al niño, a la cabeza, dejar de ceñir la cintura, oír un relincho, creer haberlo oído, dejar de sentir, y ella no, que el caballo, el niño, la cabeza, importan más. Ser abofeteado y no poder relinchar.

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Es ese tipo de cosas que forman parte del paisaje urbano y merecen ser anotadas, pues su repetitividad las llega a convertir en situaciones de nula atención. Debemos mirar, mirar con atención, y cuidadosamente para evitar golpear la vista contra una pared de vidrio translúcido o una cabeza de caballo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Trapecio

Hagamos acrobacias. Saltemos hacia el trapecio y hagamos piruetas imposibles; intentemos caer nunca en la red, hagamos un drama; que todos rían. Pongamos en riesgo golpearnos la cabeza y yacer muertos. Sería un final excitante.

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He aquí "Trapecio", y un dibujito mío. A veces, cuando quiero publicar algo, no encuentro imagen en la red por más que busco, entonces hago estas cosas. El espectáculo, señores, debería continuar, pero me convierto en un rebelde y decido cortarlo para dejarlos estupefactos ¡Voilà!

sábado, 8 de septiembre de 2012

Historia

Prometeo (Grabado)
El hombre se reinventa. Da rienda suelta a un conjunto de códigos culturales, valores, creencias, onomatopeyas... Ensambla las tablas de su historia, construye un monumento de infinitas proporciones y se eleva sobre nuevas tierras, cada vez más alto, cada vez más lejano de su origen.

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 Tomamos la vida, la colocamos al centro y nos preguntamos por su sentido, luego por el sentido de la historia en general, y por el devenir de ésta. Quién sabe a dónde iremos, quién sabe...

jueves, 23 de agosto de 2012

La chica que dejaste en la sala de espera

Foto: Tallerlaotra
¿Y qué hará? La chica que dejaste en la sala de espera tiene ojos muy atentos. Hermosos, escrutan a la gente alrededor mientras suspira, quién sabe por qué, y se acomoda la cartera al hombro. Cruza los brazos, vuelve a suspirar y baja la mirada por un segundo sintiendo una nostalgia inexplicable. La chica que dejaste en la sala de espera tiene ojos muy atentos, hermosos, ¿y qué harán?, si, la verdad, nunca esperan ver a nadie.

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Hace algunos días falleció un amigo mío. Compartía con él muchas cosas, así que decidí que le escribiría algo en Errror de Imprenta, donde trabajábamos juntos, pero las cosas resultaron no ser tan sencillas. Aún ahora no puedo escribirle nada. Es como si se me hubiera inutilizado la imaginación cuando lo intento. En fin, no es posible para mí al menos alcanzar saberes metafísicos, así que no puedo decir que él leerá esto (es improbable), pero es una manera de sacármelo de encima. Este pequeño texto está dirigido a él, es una pregunta que ha rondado mi mente en los últimos días. Es lo único que me ha dado resultado. Como sea, ojalá haya gustado. Gracias por leer, y disculpen por hablar demás [ =) ]

viernes, 17 de agosto de 2012

Fúnebre

Cementerio de autos
Inocencia, revuelve el aspecto fúnebre del carruaje y el pésame con las sobras inconsistentes de la memoria recién caduca. Imagina la melodía, el suave devenir del cielo en prensa de chatarra, el sonido de los autos reciclados al morir, al ser reducidos a su forma más llana y alienada. El sonido, aquel "¡Crunch!" y su consecuencia póstuma, la liberación de las tuercas, tornillos y más. Revuelve. Revuelve su aspecto y su condición de malagüero, su color fúnebre, sus piezas frías y demás                     con el cadáver.

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La vida se termina. Nacemos con la muerte como destino, pero felizmente no tenemos fecha de caducidad. No somos como los autos y demás productos cuyas vidas útiles están previamente limitadas, al igual que sus funciones. Somos distintos, somos capaces de descubrir siempre cosas nuevas en nosotros a pesar de tener en común el ser humanos.

sábado, 21 de julio de 2012

Rayar el cielo


Fotografía de "El vuelo del globo rojo"
Un globo
rayado
atraviesa
el cielo
lo raya
raya
las nubes
de cara al Sol
se enfrenta a la muerte
como si fuera
su más
inocente
verdugo
¿No quieres rayar
el cielo?

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Cosas, señores, cosas que uno a veces escribe y no sabe por qué ni para qué, pero que están ahí, acosándote todo el tiempo. Ya era tiempo de ponerla por aquí.

sábado, 7 de julio de 2012

Lapicero

Tengo un lapicero inútil y mi nombre es Falso. Recuerdo cada palabra que lo construye y cada tiempo que lo atesora. Recuerdo cada vaivén irrealizado por las apresuradas curvas de sus palabras. Y lo incontable, la agilidad graciosa con que su punta fina gira sobre papeles blancos para escribir un nombre... que no es el mío.

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Suele pasar, suele pasar. No te das cuenta, pero te pasa, y la falsedad se te sube al rostro y delata tu incierta existencia, y ríes como loco y caes al suelo y te retuerces por el dolor en el vientre. Claro, como siempre, diciendo ininteligibles.

jueves, 28 de junio de 2012

Alba sentida

Amanecer en Guatemala
¿Cuántas veces salió el Sol esta mañana?
¿Cuántas veces asomó su corolario por las ventanas del hombre madrugador, del amante del crepúsculo y del propio insomnio?
¿Cuántas veces escuchó el bostezo del cansancio y la sorpresa, y vio el alzar de brazos del que se consagra despierto?

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Es todo esto un pequeño alto al pensamiento antropocéntrico para virar hacia el Sol, que es alrededor de éste que se mueve el Planeta. Pero tampoco es a ese Sol, sino al sol, ese que vemos cada mañana, que no es el mismo que el de allá afuera, sino menos amenazador y más hospitalario.

domingo, 17 de junio de 2012

Silouette

Silouette. "Tres tres tres", un toque de hadamadrina y un cambio de identidad. Silouette vive en las inmediaciones de las sombras. Se define, se acerca a la superficie y termina por perderse ¿Quién sabe qué de Silouette? ¿De su hadamadrina? La hadamadrina de Siloutte no existe, tampoco reside en una varita o en una botella, pues, a pesar de todo, nunca le gustaron esas cosas. La pequeña Silouette no tiene hadamadrina, sino un dedo mágico que levanta y que convierte cualquier cosa en una maravilla. Así, no la necesita, pero tiene una amiguita en el espejo, toda derecha y real, y se parece mucho a Silouette, muy pequeña. Ambas se encuentran y sonríen, y se divierten haciendo muecas y aprendiendo a contar ("Tres tres tres") ¡Qué linda amistad tiene la pequeña Silouette!

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Curioso detalle el de la pequeña Silouette ¿Alguien tuvo un amigo así alguna vez?

martes, 12 de junio de 2012

Facebook: ¿Quieres ser mi amigo?


Crónica sobre la vida de Alina, una muchacha normal, en un mundo normal e interconectado, en la era de las redes sociales.

.+.+.+.+.+.+. Facebook: ¿Quieres ser mi amigo?.+.+.+.+.+.+.

Alguien toca la puerta. “¿Puedo ser tu amigo?”. Alina se lo piensa, no conoce a esta persona, pero le da curiosidad quién sea, entonces lo deja pasar e intercambian llaves. El desconocido ingresa a su sala y la queda mirando. Observa cada detalle, coge los diarios y revistas de la pequeña mesa y advierte lo que le gusta leer. Más allá hay un mueble con un minicomponente, lo revisa, presta especial atención a sus gustos musicales “¿Qué radio estaba escuchando antes?”, los CD dispersos en el estante le dan una idea de sus grupos preferidos, especialmente el póster de los Beatles que tiene a un lado de la pared. Sin más que le llame la atención, se dirige a la habitación, que Alina suele dejar abierta, por lo que no es un problema para el desconocido. Revisa los cajones, los álbumes de fotos le permiten saber cómo fue antes, qué hizo, quiénes forman parte de su familia. También hay algo allí muy interesante, una caja de correspondencias. El desconocido se entera prontamente de su vida privada, quiénes son sus amigos. Pero el tiempo se le ha terminado, ya en otra ocasión continuará hurgando, después de todo, tiene una llave. Alina, por su parte, se ha topado con una sorpresa al visitar a su nuevo amigo: un apartamento pequeño, completamente blanco, sin álbumes de fotos ni música ni revistas que leer, ni cartas. Solo puede diferenciar, colgada a un lado en la pared, una camiseta de fútbol, supone que de su equipo preferido. Antes de irse, el desconocido le deja una nota en la puerta “Eres muy bonita”. Al regresar Alina a casa, le presta poca importancia, ¿qué importa lo que diga un desconocido sobre ti, incluso si tiene la llave principal de tu casa?
Imagen tomada de Aquí
Por supuesto, algo así nunca pasaría en la vida real. Alina no es tan tonta como para darle las llaves de su verdadera casa a un completo desconocido, sería descabellado, pero ¿qué pasa si lo que entregas en cambio es el acceso a tu información personal en una red social? ¿Vale tu información tan poco como para dejársela a cualquiera? Probablemente Alina no piense así. Ella comienza su día escuchando el timbre molesto de su reloj-despertador, se da ánimos, enciende la PC e ingresa a Faceboook, ¿qué ha sucedido en el mundo mientras Alina dormía?, ¿qué han dicho sus amigos sobre ella, esos amigos madrugadores?, o sobre sus amigos, ¿comentaron su nuevo estado, de estar feliz por haber conocido a su actor preferido en una conferencia?, ¿le habrán creído? Ella espera que sí, y ríe al leer sus comentarios, pasa por alto aquellos que no conoce pero que curiosamente tiene como contactos. Ha recibido unas 5 invitaciones a distintos eventos y actividades: ferias, fiestas, conciertos y el cumpleaños de un antiguo amigo, piensa que hace mucho no lo ve, confirma su asistencia, igual que con las demás invitaciones: le gustaría ir a todas, pero sabe que no podría.

Tras este vistazo rápido, Alina se dispone a ducharse, cambiarse y tomar un desayuno. El mundo, sin embargo, continúa moviéndose. Se asegura de no perderse nada portando un teléfono móvil con acceso a Facebook. Camino a clases en el instituto, responde a algunos comentarios en sus fotos y descubre fotografías graciosas. Expresa su agrado con un “Me gusta”, y si es lo suficientemente gracioso, no dudará en emplear el botón de “Compartir”. En alguna de ellas se ha armado una discusión. Es una fotografía sobre su actor favorito, aquél que acaba de conocer ¿Era o no más sexy con barba? Alina piensa que no, le agrada más su aspecto actual, así que entra a la discusión a dar su punto de vista. Pronto, recibe una gran cantidad de “Me gusta” de aficionadas y aficionados que están de acuerdo con ella. No los conoce, “A Carlitos le gusta tu comentario”, no sabe quién es Carlitos, ni mucho menos “Tu lokitah xsiempre”, no tiene la más mínima idea, pero le alegra ser apoyada incluso en temas tan mínimos y superficiales. Llega a clase pensando en la barba del actor, pero pronto lo olvidará. Al terminar la clase, volverá a hacer una revisión, encontrará una discusión más interesante y volverá a ser apoyada.


Curiosamente, por la tarde, de regreso a casa, ha visto la nueva actualización del actor y ha recordado lo de su barba. Él ha enviado un saludo muy caluroso a sus fans que lo vieron en la conferencia. Alina cree que la recuerda y escribe un comentario. “Estuve ahí, me saludaste. Te amamos”. De inmediato, el hombre contesta afirmativamente. Es difícil que haya visto a Alina entre tanta gente, pero no puede negarse a un admirador. Por supuesto que a ella le emociona la respuesta, y actualiza su estado diciendo que lo ama. Sus amigas fanáticas pronto acudirán, incluso aquellas que no son sus amigas, y un desconocido, que se alegra enormemente por ella.

Alina recuerda que lo aceptó como amigo la noche anterior, ¿quién es? Aún no lo sabe, pero igual agradece a todos los que la han llamado suertuda. Intempestivamente, una de sus amigas la aborda por el chat, quiere saber los detalles, o al menos eso es lo que le dice. Alina se emociona al recordar, pero una nueva ventana de chat se ha abierto. Es el desconocido, que la saluda con un simple “hola”. La curiosidad la lleva a contestarle, y es arrastrada hasta su perfil. Una vez más comprueba que no lo conoce. Mientras, ella confirma que será imposible saber quién es él, incluso por su poca cantidad de amigos, unos 20, advierte su actividad registrada en su “muro”: “ha comentado la foto de…”. Se dirige hacia esa otra persona, pero tampoco la conoce, es una chica. “Eres muy bonita”, dice el comentario, “podemos vernos?”. Alina se extraña y siente miedo, sus fotos pronto serían comentadas de la misma manera, y para entonces, comenzará a rechazar al desconocido por el chat, y cuando esté harta, lo quitará de sus contactos y actualizará su perfil, pidiendo a los desconocidos que no se acerquen a su perfil. Pero, en primera instancia, ¿no fue Alina la que le permitió el acceso? Su información terminó en manos del desconocido, su nombre completo, los de su familia y amigos cercanos, la ciudad en que vive, el lugar en que estudia.

¿Cuántas veces ha revisado el desconocido su información?, ¿qué ha hecho con ella? Alina nunca lo sabrá, y mucho menos lo sabrá de aquellos desconocidos aparentemente inactivos, y sin embargo, los mantendrá en su lista de contactos mientras no la molesten directamente. ¿Es esto culpa de la red social? Alina se siente culpable ella misma, cree que si no lo hubiera aceptado desde un principio, no hubiera tenido una experiencia tan desagradable. Pero ya es tarde, de nada sirve quejarse. Mañana será otro día.

lunes, 11 de junio de 2012

Polvosonoros: Silencios, calles y Tchaikovsky


El domingo me topé de pronto con una intervención sonora en el centro de la ciudad. Se llama Polvosonoros y sus responsables son Gilda Mantilla y Raimond Chaves. Estará allí hasta el 17 de junio en el Jirón Belén 1042. Aquí el relato:

.+.+.+.+.+.+. Silencios, calles y Tchaikovsky.+.+.+.+.+.+.

Silencio. La noche. Un transeúnte despistado regresa a casa por un camino conocido. No hay nada impresionante por ahí: las mismas veredas de siempre, el mismo asfalto y el mismo aire de tranquilidad nocturna. Tal vez no la misma gente, pero sí para él, pues no los conoce. Los mismos edificios y las líneas blancas sobre la pista, casi invisibles, nimiedades para él, ya cansado. Escucha sus pasos aburridos y entona a Tchaikovsky para entretenerse. Escucha sus pasos, Tchaikovsky y una puerta abierta, un amplio pasadizo y una imagen al fondo que parece una caja de luz toda iluminada, una imagen de una caja de luz, o de algo parecido, y una pared rugosa. Pero no son reales, él lo sabe, o lo presiente, y se detiene. Jirón Belén 1042. Observa. El pasadizo casi oscuro y la pared al fondo iluminada, una pared que se mueve y un sonido profundo y estremecedor que viene de dentro y lo invita a ingresar ¿Una pared que se mueve?
Ya está bastante curioso, ha dado sus primeros pasos hacia lo desconocido, hacia esa pared, y ha advertido que se trata de una proyección. Sobre él reconoce el cañón de luz y en la pared, proyectada aquella otra, que ahora sabe que no es pared, sino concreto y asfalto, vereda y pista, y una caja de agua, no de luz, empotrada al piso. Y se mueve, por momentos se mueve. No es una imagen inmóvil. El transeúnte avanza, a la izquierda, descubre unas escaleras, iluminadas desde arriba por una cálida luz. Desde ahí viene la música, el sonido profundo y estremecedor. La curiosidad aumenta. Da un paso, dos, tres, y de pronto el vértigo… Una sombra se proyecta sobre la pista falsa en la pared. Se ve a sí mismo y piensa en el suicido, en tirarse desde un edificio, en qué habrá allá arriba, y se deja guiar por el sonido y la curiosidad.

Escaleras arriba, un lugar estrecho, segundo piso. Puertas cerradas, más escaleras, y el sonido continúa. Hay parlantes por todos lados, poseídos por un espíritu profundo y estremecedor, y gritan desde las profundidades del subconsciente intentando provocar inseguridad y miedo. Hay que subir más.

El mismo escenario, una puerta semiabierta y una bodega del otro lado, a oscuras ¿Saldrá algo o alguien de allí? No. Arriba, piso cuarto, finalmente una persona. Un guardián al que saluda y que responde tranquilamente, y otro pasillo. En él una mesa con folletos sin rostro, sino la textura de una pared sin tarrajear, con surcos ondeantes. Nada especial. Y al fondo del pasillo, una cortina negra. El sonido parece ser distinto. Aparta la cortina cuidadosamente e ingresa. Lo que ve lo impacta. Una gran ventana le abre la vista hacia una construcción antigua, toda iluminada, y unas voces extrañas que conversan sobre cosas banales, voces que surgen de un parlante hacia la izquierda. Dos bloques de madera escalonados que miran hacia afuera. No, las voces no provienen de ahí, dos cabezas se han mostrado detrás de uno de los bloques ¿Hablan ellos? La duda lo embarga.

A la derecha, detrás, un equipo de sonido revela el origen del espíritu estremecedor. Una luz violeta lo consagra como espíritu. Las voces continúan. Se dirige hacia la ventana, comprueba la veracidad de las dos personas en el salón, y pronto que son sus voces. Mira hacia abajo, a la calle, el asfalto y el concreto. Piensa en el suicidio, en que lo pensó hace solo unos minutos y que ahora se encuentra bastante arriba. Sonríe, “son tonterías”. Piensa en lo grandioso de aquel sonido, que armoniza incluso con sus voces y su propio silencio.

Silencio. La noche. Un transeúnte despistado regresa a casa por un camino conocido… El sonido de la calle, aquel fondo sobre el que superponen las voces y cláxones y demás, es profundo y estremecedor. Recuerda a Tchaikovsky. Suenan bien juntos.

domingo, 27 de mayo de 2012

Probar nuevos géneros

Es ver confluir cada parte importante de tu vida en una caja desfondada. Y tu experiencia que se dedica imperiosamente a lanzar delgadas cuerdas de un extremo a otro, pretendiendo lograr una red que te sostenga, y a tus ideas que, rebeldes, se prenden desesperadas por temor a caer.

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Sin embargo, a veces solo dependes de tu audacia.

lunes, 7 de mayo de 2012

Sofismo


Hilo argumental desdichado. Hablar como houyhnhnms es imposible. La verdad ha querido maquillarse y el a veces barato rimel la hace lucir como si fuera un cadáver. El hilo argumental la busca, busca insertarse en las agujas del tiempo pero el paisaje es tan falso...
que cae.

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A veces es tan difícil ensartar el hilo en el ojo de una aguja. Inténtenlo y verán que el mundo se pone pronto de cabeza y comenzarán a hablar al revés.

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Houyhnhnm: Referencia a la última parte de Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Los houyhnhnms son caballos inteligentes incapaces de decir otra cosa que no sea lo que conocen como la verdad. En su tierra, son la especie animal dominante.

sábado, 5 de mayo de 2012

Idea

Cuál será la idea
que postule la vida
sin tomar al hombre
    en cuenta
o como deuda
              del mismo
e intente pagar
              el sentido
que le quitó la suerte

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jueves, 26 de abril de 2012

Sabiduría infantil


Fragilidad. Las manos del infante tocan el suelo para mantener el equilibrio del mundo. Sabiduría innata. Y se impulsa con las piernas, rechaza contundentemente arrastrarse para llegar a su objetivo.

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Hoy vi a un bebé... Bueno, en realidad su mano, pues su madre lo cubría con una manta, y la mano pequeña me llamó la atención, me dije "Fragilidad" y la palabra me condujo como si fuera yo un Nissan del año o un Mercedes Benz...

martes, 24 de abril de 2012

La Mancha

En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, recuerdo haber visto manchitas. Quizá eran sus hijas.

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¡Ajá!, ¡cayeron!, pensaban que iba a hablar de la gran obra de Cervantes y los noqueé con un disparate... Vamos, esa mancha era real, aún puedo verla x)

lunes, 23 de abril de 2012

Semáforo


El hombre se enfrenta al semáforo. Recurre a un conjunto de códigos cromáticos y lo amenaza. Cavila su disposición, su actitud lenta y despreocupada, fría. Se frustra en su propio tiempo viendo inconveniente una discusión, y la violencia... Lo mira decidido y cruza, frente a un rojo que amenaza con auxiliarlo.

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Todo se resumirá a estar parado, contra la hora, esperando a que el semáforo cambie de color, y una pista desértica que le cuestiona su existencia y le pretende quitar valor a sus colores. Convención, señores, pero tal vez algo más. Uno nunca sabe... Suele suceder que el tríclope (de tres ojos) parece inofensivo y bajamos la guardia. Pero es pura imprudencia, son más listos que tú, y hacerles caso podría costarte la vida (o no)... en serio.

domingo, 22 de abril de 2012

Pregunta existencial

¿Qué pasa cuando no tienes ideas pero sí una necesidad extraña de poner algo en el papel y te resistes a hacer dibujitos, y el vacío te contesta con el rechazo y te reta a escribir, aunque sea galimatías sobre tu propia vida?

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Difícil. Difícil que no se note el fastidio por la rutina. Dos de las últimas entradas dicen casi lo mismo ("me aburro"), y aún así me sigue pareciendo divertido. Sobre este fenómeno (divertirse en el aburrimiento) no sé mucho. Algún día le dedicaré tiempo y veremos si resulta divertido (o divertido en el aburrimiento)... Estas cosas pasan, estas cosas pasan: uno se trata de llevar bien con el aburrimiento pero es tan aburrido que dan ganas de coger una Magnum y presionar el gatillo. Lo extraño es que esto es dos entradas consecutivas... debo de estar enfermo o algo.

sábado, 21 de abril de 2012

Sobre escribir (y la rutina)


Anotar historias. Pensar en pasajes sagrados de algunos libros. Revisar la vida, observarla, y a ti en el espejo. Intentar decir algo útil y fracasar. Volver al papel, a anotar historias sobre el fracaso.

miércoles, 4 de abril de 2012

Mitad


Caer. Fingir ser una mitad en vez de uno. Caer violentamente al suelo y lastimarte la mente. Empezar a creerte una mitad en vez de uno. Buscar lo que no tienes, mirar al cielo, caminar. Caer. Empezar a creerte aún menos completo. Mirarte en alguien más y creer... no, descubrirte un espejo astillado.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Tragedia

Recibir la promesa de moldear el futuro. Trazar estrategias, la perfecta emboscada, y esperar el momento, alerta, observando a detalle el movimiento del Sol. Ejecutar el plan y fracasar, ser engañado por Jano y mirar al pasado: tú, el triste protagonista de una tragedia griega.

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Cuando las cosas no salen como se habían planeado... .

*Nota:
Jano: Dios romano de dos caras (no es lo de la imagen).

martes, 13 de marzo de 2012

Magnetófono

Jugar con una grabadora. Recitar palabras, párrafos enteros, y fingir no ser tú, creértelo; lograr una, dos, tres voces y hacerlas dialogar, discutir, pelear tu propia existencia; apagar la máquina y seguir escuchándolas.


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Por primera vez en varias entradas vuelvo a redactar un texto compañía (llámemosle así a cualquier texto que acompañe antes o después a un principal). La razón es simplemente señalar la magia del magnetófono de Traveler en Rayuela, Capítulo 47 —"Soliloquio de Talita", le digo—. Aquél uno de mis favoritos y una de las razones de este texto. La otra razón es que estuve —y esto va en serio—, jugando con una grabadora, y haciendo lo del texto de arriba. Una locura, ¿no? Vamos, nunca se es tan viejo...

sábado, 25 de febrero de 2012

Examen

Recibir un papel, una misión ominosa en contra de tu voluntad, y seguir las reglas, cabizbajo, leyendo atentamente, trazándole atrevidos caminos a la lógica del hombre que está enfrente, el artífice, alguna especie de esfinge sin tendencias suicidas; antes de ser devorado por el tiempo.

domingo, 12 de febrero de 2012

Leer a Cortázar

Leer a Cortázar, pasear los ojos entre sus letras, como un cronopio o un hombre sin cabeza, sin manos, sin Cortázar, ciego, sin dejar de saltar nunca en la Rayuela aunque el suelo desaparezca.

domingo, 5 de febrero de 2012

Teoría de Tendencias

A veces sucede que simplemente no podemos hacer algo, y no sabemos por qué, o tal vez lo sabemos, pero no tenemos la capacidad de aceptarlo como razón última y atrevernos, apostar todo lo que tenemos, porque el desconcierto, la indigestión cerebral por asimilar cualquier tipo de idea conflictiva, no tomará mucho tiempo. Miedo al cambio, al futuro… Los seres humanos somos existencias capaces de vivir en incertidumbre porque pretendemos forjar nuestro propio futuro. La conciencia de ser nos acosaría si no tuviéramos una facultad como esa. Y sin embargo, suele suceder que algunos se sumergen tanto en cuestionamientos que terminan por ahogarse. Instinto autodestructivo.

Volvamos al conflicto. En ocasiones lo conveniente resulta hecho a un lado por razones desconocidas. “Pero si esto era lo más lógico… ¿por qué tuve que hacer aquello?”. La respuesta no está en el hacer, quien busque allí estará dándole vueltas a una consecuencia como si fuera un origen; sino en el conflicto. El conflicto surge siempre con una idea que ingresa a un espacio desconocido. Inmediatamente se activan mecanismos de reconocimiento y de defensa, a fin de asimilarla. De ser convincente y conveniente (esto es importante), la idea será asimilada, de lo contrario, será desechada. El punto es comprender el conflicto, conocer ambas ideas y su ubicación en la jerarquía de valores del individuo. Esto supone conexiones infinitas e inverosímiles con una gran cantidad de ideas aprehendidas. Allí radica lo difícil, pero las cosas pueden reducirse si identificamos los principales nodos. Estos puntos de enlace determinan las distintas tendencias del individuo para con la situación.
Las tendencias, en otras palabras, serán los factores principales de la toma de decisiones, y en ellos se puede resumir la lógica de la toma de decisiones. Pueden ser representadas por simples enunciados:

-Tendencia a olvidar
-Tendencia a acceder
-Tendencia a quedar bien con los demás
-Tendencia a resignarse
-Tendencia al rechazo

en ejemplos generales. Pero también pueden ser específicas:

-Tendencia a olvidar lo desagradable
-Tendencia a rehusarse a dormir durante un viaje en bus
Y como nos referimos a conflictos, estas tendencias pueden también contraponerse

-Tendencia a ayudar a un amigo
                         V.S.
-Tendencia a ignorar a cualquiera cuando se está ocupado

Algo así es lo que sucede durante la toma de decisiones. La diferencia es que las tendencias pueden ser aun más de dos, y pueden estar condicionadas —por ejemplo, si el individuo ignora a todos en el trabajo porque su jefe parece querer despedirlo—. Es así que es menester el conocimiento de la situación, pues de ello dependerán las valoraciones al interior de las tendencias.
Ahora bien, hablando de valoraciones, no existe, por individuo y situación, un esquema de valoraciones estático, he ahí algo más que incrementa la imposibilidad de predecir las acciones humanas. Las valoraciones cambiarán en lo que dure la situación, porque el individuo procesa la idea conflictiva para tomar una decisión. Estos cambios pueden lograr resultados completamente diferentes a los que parecían al principio. Tal es el comportamiento inconstante e ininterrumpido de las tendencias en la toma de decisiones.
Debido a la gran cantidad de variables y su natural e inefable trayectoria la toma de decisiones es más accesible al análisis del propio individuo que de cualquier otro. Porque su comprensión requiere una revisión interna, pero al mismo tiempo cuidadosa. No vaya a suceder que nos detengamos en puntos vorágine que terminen por consumirnos y no tengamos tendencia más fuerte que la del cuestionamiento infructuoso.

sábado, 28 de enero de 2012

Claustrofobia

Estar aquí, encerrado, en una máquina del tiempo, en una nube, oscura, viajera, nube. Como en un viaje, viendo a la gente pasar, saludarse y pasar de un lado a otro, y al otro lado, morir. Mirando siempre el reloj de muñeca, paranoico, calculando si el tiempo será suficiente o si en algún momento nuestra nube se precipitará.

jueves, 19 de enero de 2012

Primavera: Solo un golpe

Solo basta un golpe para incitar a las masas. Basta con golpear a su puerta con un tono fúnebre y presentarse con tarjetas policiales, de esas que atormentan a cualquiera. Basta con vestirse de negro o de azul, y mirar neutro, incrédulo, como sin alma, como queriendo provocar miedo o paranoia y cumplir el plan especial de desconexión de los brazos: atarle a uno las manos o esposarlo, y encerrarlo simplemente por dar la contra. Solo basta un golpe, solo uno. Esté atento.

jueves, 12 de enero de 2012

Tiempos nuevos

Los jóvenes ya no usan más pantallas, sino radios, el correo ha vuelto a enviarse por ultramar, y vaya a ver que el viejo de la esquina ha comenzado a aborrecer sus tipos de metal. Teléfonos, cartas, faxes... y máquinas de escribir se venden como pan caliente. La vida se camina, y las gentes se reúnen por las tardes a charlar.

lunes, 9 de enero de 2012

Leo algo

Leo algo, paso las páginas sin cuidado, porque la batalla es dura, tensa, emocionante, y pago en mis ojos el ardor de la Guerra, la pólvora levantada hacia mi rostro y los de mis caramaradas. Leo algo, paso las páginas con cuidado, porque el estruendo de las bombas y disparos nos dificulta el diálogo, incluso por código Morse, no vaya a ser que se pierda una sola palabra de algún mensaje secreto, y me cueste la vida.