sábado, 9 de octubre de 2010

Sus huellas

De su triste caminar
no espero más que las huellas:
esas huellas que la arena
acoge con indulgencia
y que mantiene con vida
hasta que el viento o la mar,
cautivados por su esencia,
las intentan alcanzar...

Tan solo quiero las huellas
que deja su caminar,
aquél que siguen mis ojos,
y que pretendo seguir
como un ciego sin ardid
que le permita moverse,
como un austero sin causa
que justifique su anuencia,
como una burda evidencia
que se pretende real...

Tan solo quiero las huellas
que imprime su eternidad,
que se desborda en belleza,
que me permite soñar...
tras cada paso que da.
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