martes, 11 de octubre de 2011

Rutina

Teclea. "Sus ojos insomnes y a la vez eternos". Un ataque inútil. Literatura impertinente. "Busco una voz...". El flujo de realidad se detiene. El hombre fue engañado por sus manos o por su máquina de escribir. "Busco una voz..." y nada más. El engaño se prolonga , se convierte en martirio. ¿Una voz que se busque entre una multitud o una voz remota? La voz no llega, ni a sus oídos ni a sus manos ni al papel ni a la máquina. Teclea. No. No teclea. Retira el papel. Más basura.

No hay comentarios: