"Demonio Blanco"
Oscila suavemente ante sus ojos
que deslumbrados, intrigados, permanecen,
que parpadear procuran poco y velozmente
por evitar caer tal vez en gran peligro.
Mantiene una distancia moderada
por miedo, por intriga y con paciencia
(paciencia devastada) desollada al coro
de gotas de sudor que caen de su rostro
Da pasos adelante muy curioso
y da un golpe ligero tal vez no esperando
que fuera a provocar un vacilar tan brusco
que trajera las sombras ese ser extraño.
Lo observa ahora temblando y asustado
y grita y pide auxilio a quien pueda escucharlo:
Sáquenme de inmediato de este infierno claustro
que ha venido a cegarme aquel demonio blanco.
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"Muñeca"
Ya gritan mis paredes contestando
a las palabras, ruegos, que he lanzado
por despertar un alma inanimada
a la que con esfuerzo he diseñado
Ya gritan mis paredes contestando
a las palabras, ruegos, que he lanzado
por despertar un alma inanimada
a la que con esfuerzo he diseñado
Resuenan en mi mente, y las repito
tan solo para mí buscando anclarlas
al cuerpo de la fija y fría mirada
que yace ante mis ojos desalmado
Sus labios tan perfectos, su mirada
no puedo haberlos hecho para nada:
el cielo no contesta a mis plegarias
intrínsecas de darle un alma humana
Sus manos tibias están congeladas
y nadie me contesta una palabra;
Su rostro hermoso se refleja neutro:
no han servido de nada mis plegarias.
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